In the first reading this Sunday from the book of Zechariah, the Lord promises that he will rebuild the people of Israel, that he will send them a king who will be just and will proclaim peace to the nations. As Christians we hope that everything can be better and we see it as our mission to do everything in the best way possible. Because of this mission, we see with concern the state of faith among our family, friends and parishioners. We would all like more people to attend Mass, more young people to commit themselves to their faith, more adults to demonstrate their Catholic faith courageously, without fear or hypocrisy. Unfortunately, sometimes we can get discouraged if we get used to it and if we don't do anything to turn these challenges into opportunities.
Last June 24 we celebrated the solemnity of the birth of John the Baptist. I am very struck by a comment that people made when they saw something special in John: “What will this child be?” (Lk 1:66). Just as the people of Israel in the first reading keep their hopes high because of God's promise, so too when the people see John, they are questioned about what will become of the child, and they see their hopes for a better future reflected in him. What will this child be? In our own context we might ask ourselves: What will our parish be? One of the most beautiful things I have seen present in our parish community is hope. Just as people in John's time gazed in awe at the boy and lifted their imagination, so too many of our parishioners and visitors see our parish with expectant eyes. What will become of us? What are the dreams present in our hearts for this community of faith? Where is God moving us towards?
This search and discernment process is what I want to invite all of you to at our first parish assembly on Tuesday, July 11 at 6:30 pm in the church. It will not be a meeting that solves everything, and we may not solve anything that night. But it will be an encounter: an encounter with Christ, with our brothers and sisters, with our thoughts and dreams, an encounter with our future as members of the St. Augustine parish community. At this gathering we will pray together, review the results of the March parish survey, listen to each other, and lay the groundwork for our future as a community of missionary disciples. All registered and non-registered parishioners, members of various ministries and parish organizations are invited to this assembly. We will have the opportunity to meet in small groups to discuss the survey results, so we need the participation of everyone who can contribute, from their own language and age. Please register for that evening here or call the office at 708-388-8190. Your participation is very important for the present and future of our parish community.
What will become of us then? Let's walk together to find out.
Fr. Robinson Ortiz Pastor Queridos Hermanos y Hermanas,
En la primera lectura de este domingo del libro de Zacarías, el Señor promete que va a reconstruir el pueblo de Israel, que va a enviarles a un rey que será justo y proclamará la paz a las naciones. Como cristianos tenemos la esperanza de que todo puede ser mejor y vemos como nuestra misión el hacer todas las cosas de la mejor manera. Seguramente por esto vemos con preocupación el estado de la fe entre nuestros familiares, amigos y parroquianos. A todos nos gustaría que más personas asistieran a la Misa, que más jóvenes se comprometieran con su fe, que más adultos demostraran su fe católica con valentía, sin miedos ni hipocresías. Desafortunadamente a veces podemos desanimarnos si nos acostumbramos y si no hacemos nada para convertir estos retos en oportunidades.
El 24 de junio pasado celebramos la solemnidad del nacimiento de Juan el Bautista. Me llama mucho la atención un comentario que la gente hizo al ver algo especial en Juan: “¿Qué llegará a ser este niño?” (Lc 1,66). Así como el pueblo de Israel de la primera lectura mantiene sus esperanzas altas por la promesa de Dios, así también la gente al ver a Juan se interpela por lo que será del niño, y ven reflejadas en él sus esperanzas de un futuro mejor para todos. ¿Qué llegará a ser este niño? En nuestro propio contexto podríamos preguntarnos: ¿Qué llegará a ser nuestra parroquia? Una de las cosas más bellas que he visto presente en nuestra comunidad parroquial es esperanza. Así como la gente en el tiempo de Juan miraban con admiración al niño y elevaban su imaginación, así también muchos de nuestros parroquianos y visitantes observan nuestra parroquia con ojos expectantes. ¿Qué va a ser de nosotros? ¿Cuáles son los sueños presentes en nuestros corazones para esta comunidad de fe? ¿Por dónde nos está moviendo Dios?
Este proceso de búsqueda y discernimiento es a la que quiero invitarlos a todos ustedes en nuestra primera asamblea parroquialel martes 11 de julio desde las 6:30 pm en la iglesia. No será un encuentro que lo solucione todo, y tal vez no solucionemos nada esa noche. Pero será un encuentro: un encuentro con Cristo, con nuestros hermanos y hermanas, con nuestros pensamientos y sueños, un encuentro con nuestro futuro como miembros de la comunidad parroquial de San Agustín. En este encuentro oraremos juntos, revisaremos los resultados de la encuesta parroquial de marzo, nos escucharemos unos a otros, y pondremos bases para nuestro futuro como comunidad de discípulos misioneros. A esta asamblea están invitados todos los parroquianos registrados y no registrados, los miembros de los distintos ministerios y de las organizaciones parroquiales. Tendremos la oportunidad de reunirnos en pequeños grupos para discutir los resultados de la encuesta, de modo que necesitamos la participación de todos los que puedan hacer sus aportes, desde su propio idioma y edad. Les pido el favor de registrarse para esa tarde aquí o llamando a la oficina al 708-388-8190. También pueden escanear el código en la primera página del boletín. Su participación es muy importante para el presente y futuro de nuestra comunidad parroquial.
¿Qué será entonces de nosotros? Caminemos juntos para descubrirlo.