Congratulations to the children and young people who received their First Communion on Saturday, April 27. May God continue to bless these children and may their parents continue to encourage, allow, and support their formation in the faith.
At the end of this year of religious education, I want to thank all of our catechists, their classroom aides, the teachers in the school, the volunteers in the hallways and in the parking lot. Many thanks also to Brenna Baker, program coordinator, and Ana Olvera, her assistant. Thank you all for contributing enormously to the faith formation of our children and young people in the parish. This Tuesday we will thank you with a small gathering. May God continue to bless and encourage you in the service of evangelization.
I would like to inform the entire parish community that together with the Pastoral Council and the Financial Council, we have been discussing for some months the need to have a new building in our parish to contribute to the efforts of community integration and spiritual renewal. As we have seen, we have doubled the number of attendees at Sunday masses, we have new registered parishioners, there is a strong religious education program, a school that remains stable, new ministries and many new families with children and young people. The number of attendees at Sunday Mass before uniting the parishes was just over 900. Last October we were already more than 1,800. The Easter celebration from Holy Saturday night and Sunday morning masses brought in more than 3,700 people. As we thank so many people for attending Mass, it is necessary that we think about the future of our growing community. One of the deepest challenges we have is to promote the integration of all our parishioners through events and celebrations that allow us to get together and get to know each other. The only space that can help us at this time is the school gym, which is obviously mainly used for sports activities. But even more so, the distance and location of the gym makes it more difficult for some of our growing senior community to get there for activities, and down to the basement, especially with an elevator that is not very convenient since only one person can use it at a time. In addition to all this, we need to decide what we do with the convent building, where the parish offices operate, but half of the building is empty, and it is not easy to reorganize it to have events there. Therefore, based on our conversations, the advice of some officials of the archdiocese, and in dialogue with some parishioners, we are studying the possibility of demolishing the current parish office and building (convent) located on the east side of the church by the garden, and construct a new building connected to the church by a corridor, containing a large parish hall with kitchen, and office space. The possible cost of this building will be at least five million dollars. We are in the beginning stages of this project, but it is important that you all hear about this directly from me and that we hopefully see the need for us to look to the future of the parish community. I know that talking about such a big project can cause certain fears in some parishioners, but I hope that the feelings are also mixed with the hope that seeing the need to grow can give us. In a context in which we are closing parishes and the numbers of Catholics decreasing, this need that we have here should be a source of hope for the future of our faith in this community and in the neighboring ones. I will be attentive to any questions or comments you have. Please know that in the following months we will be talking about the viability and financing of this project, and we will formally present it. Thank you all for your trust, generosity, and enthusiasm for the future of our parish community and the Catholic church in our area.
Fr. Robinson Ortiz Pastor Queridos Hermanos y Hermanas,
Felicitaciones a los niños y jóvenes que recibieron su Primera Comunión el sábado 27 de abril. Que Dios siga bendiciendo a estos niños y que sus padres continúen fomentando, permitiendo, y apoyando su formación en la fe.
Al finalizar este año de educación religiosa, quiero agradecer a todos nuestros catequistas, a sus ayudantes en los salones, a las maestras en la escuela, a los voluntarios en los pasillos y en el estacionamiento. Muchas gracias también a Brenna Baker, coordinadora del programa y a Ana Olvera, su asistente. Gracias a todos ustedes por contribuir enormemente a la formación en la fe de nuestros niños y jóvenes en la parroquia. Este martes les agradeceremos con un pequeño compartir. Dios los siga bendiciendo y animando en el servicio de la evangelización.
Quisiera comunicarle a toda la comunidad parroquial que junto al Consejo Pastoral y al Consejo Financiero, hemos venido discutiendo por algunos meses la necesidad de tener un nuevo edificio en nuestra parroquia para contribuir a los esfuerzos de integración comunitaria y renovación espiritual. Como bien hemos podido observar, hemos doblado el número de asistentes a las misas dominicales, tenemos a nuevos parroquianos registrados, hay un fuerte programa de educación religiosa, una escuela que se mantiene estable, nuevos ministerios y muchas nuevas familias con niños y jóvenes. El número de asistentes a la misa dominical antes de unir las parroquias era de poco más de 900. En octubre pasado ya éramos más de 1,800. La celebración de la Pascua desde el sábado santo en la noche y las misas del domingo en la mañana atrajo más de 3,700 personas. Mientras agradecemos a tantas personas su asistencia a la Misa, se hace necesario que pensemos en el futuro de nuestra creciente comunidad. Uno de los retos más profundos que tenemos es propiciar la integración de todos nuestros parroquianos a través de eventos y celebraciones que nos permitan juntarnos y conocernos los unos a los otros. El único espacio que puede ayudarnos en este momento es el gimnasio de la escuela, el cual obviamente es usado para las actividades deportivas. Pero más aún, la distancia y la ubicación del gimnasio hace que sea más difícil para parte de nuestra creciente comunidad de edad avanzada ir hasta ese lugar para las actividades, y bajar al sótano, especialmente con un elevador que no es muy conveniente. Además de todo esto, necesitamos decidir qué hacemos con el edificio del convento, donde funcionan las oficinas parroquiales, pero que la mitad del edificio está vacío y no es fácil reorganizarlo para tener eventos allí. Por lo tanto, basados en nuestras conversaciones, el consejo de algunos oficiales de la Arquidiócesis, y en diálogo con algunos parroquianos, estamos estudiando la posibilidad de demoler el actual edificio de las oficinas parroquiales ubicado al lado oriental de la iglesia por el jardín, y construir un nuevo edificio conectado a la iglesia por un corredor, que contenga un salón parroquial grande con cocina, y un espacio para las oficinas. El posible costo de este edificio será de al menos cinco millones de dólares. Estamos en la etapa inicial de este proyecto, pero es importante que todos ustedes puedan escuchar sobre esto directamente de mi parte y que ojalá veamos la necesidad que tenemos de mirar hacia el futuro de la comunidad parroquial. Sé que hablar de un proyecto tan grande puede causar ciertos miedos en algunos parroquianos, pero espero que los sentimientos sean mezclados también con la esperanza que puede darnos el ver la necesidad de crecer. En un contexto en el que estamos cerrando parroquias y los números de católicos disminuyendo, esta necesidad que tenemos nosotros aquí debería ser fuente de esperanza para el futuro de nuestra fe en esta comunidad y en las vecinas. Estaré atento a cualquier pregunta o comentario que tengan. Sepan que en los siguientes meses estaremos hablando acerca de la viabilidad y financiación de este proyecto. Gracias a todos por su confianza, generosidad, y entusiasmo con el futuro de nuestra comunidad parroquial y la iglesia católica en nuestra área.