This weekend we are called to offer the fruit of our reflection and prayer about the new name for our parish. I thank you for the effort you make to continue building this community of faith that we all form. Thanks also to the Unification Team for their leadership and accompaniment in this process.
A week ago, during Mass, we witnessed the commitment that the confirmation students made to dedicate themselves in preparing to receive this sacrament of initiation. I thank the catechists and parents for supporting these young people in growing their faith and strengthening their spiritual values. Let us pray as a community so that when they receive their Confirmation, they may share their experience of faith and witness to others their relationship with Jesus Christ.
As we commemorate World Mission Sunday this weekend, let us remember that this is a task that belongs to all Christians. We usually meet missionaries who go to distant parts of the world to take the message of Jesus to all those who do not know him. However, we know that today, although there are people who do not know his message, many of those who know him live as if they had never heard of Christ. This missionary Sunday could serve as an inspiration for us to find the tools and motivation to bring the Good News to all those we meet on the path of life. We too are missionaries. We are called to communicate the life of Jesus Christ to our family, neighbors, friends, coworkers and schoolmates. With generous gestures of kindness, we can help others find the face of Christ in their daily tasks. Let us be missionaries of hope in this world that needs something or Someone to trust. In a particular way, I encourage you to be missionaries of hope in our parish community. In the midst of the changes and novelties that have occurred in our midst, we are called to keep faith, hope and charity alive. Let's not let despair fall on us. We are a people that always takes a step forward trusting in God. May his blessings continue to strengthen our parish community.
In Christ, Fr. Robinson Ortiz Queridos Hermanos y Hermanas,
Este fin de semana somos convocados para que ofrezcamos el fruto de nuestra reflexión y oración acerca del nuevo nombre para nuestra parroquia. Les agradezco por el esfuerzo que hacen para seguir construyendo esta comunidad de fe que todos formamos. Gracias también al Equipo de Unificación por su liderazgo y acompañamiento en este proceso.
Hace una semana durante las Misas, fuimos testigos del compromiso que los estudiantes de confirmación hicieron a dedicarse con esmero en la preparación para recibir este sacramento de iniciación. Agradezco a los catequistas y padres de familia por apoyar a estos jóvenes en el crecimiento de su fe y afianzamiento de sus valores espirituales. Oremos como comunidad para que al recibir su Confirmación, ellos puedan vivenciar su fe y testimoniar ante los demás su relación con Jesucristo.
Al conmemorar este fin de semana la Jornada Mundial de las Misiones, recordemos que este es una labor que nos corresponde a todos los cristianos. Usualmente conocemos misioneros que van a partes lejanas del mundo para llevar el mensaje de Jesús a todos aquellos que no lo conoce. Sin embargo, sabemos que hoy en día, aunque hay personas que no conocen Su mensaje, muchos de los que lo conocen viven como si nunca hubieran escuchado de Cristo. Esta jornada misionera podría servir de inspiración para que encontremos las herramientas y la motivación para llevar la Buena Noticia a todos aquellos que nos encontremos en el camino de la vida. También nosotros somos misioneros. Estamos llamados a comunicar la vida de Jesucristo a nuestros familiares, vecinos, amigos, compañeros de trabajo y de escuela. Con gestos generosos de bondad podemos ayudar a los demás a encontrar el rostro de Cristo en sus labores cotidianas. Seamos misioneros de esperanza en este mundo que necesita algo o alguien en quien confiar. De manera particular, los animo a ser misioneros de esperanza en nuestra comunidad parroquial. En medio de tantos cambios y novedades que han ocurrido en medio de nosotros, estamos llamados a mantener viva la fe, la esperanza y la caridad. No dejemos que la desesperanza caiga sobre nosotros. Somos un pueblo que siempre da un paso adelante confiados en Dios. Que sus bendiciones sigan fortaleciendo nuestra comunidad parroquial.